El Conde Chusk, y la maldición del "Bastardo Parlante"

Capítulo 1: El Valle del Thiedrar.

Había una vez, un profundo y hermoso valle, rodeado de frondosos bosques. Los más supersticiosos aseguraban que estaban encantados, y que en su interior moraban criaturas espeluznantes y sobrenaturales. Pero también hay que decir que a los pueblerinos les encantaba emborracharse con cerveza e hidromiel.
El pueblecito que ocupaba el fondo del valle, era atravesado por un pequeño río de aguas cristalinas.
La principal ocupación del pueblo era la agricultura, con la que abastecen a las tropas del Conde Chusk, que poseía una gran fortaleza en lo alto de una colina al norte del valle.

El Conde era el administrador de las arcas reales, y se valía de sus conocimientos contables para hacerse con parte de las recaudaciones para costear sus propios asuntos. La reina Aracelia conocía estas prácticas, pero el Conde era primo de su marido, por lo que nunca tomaba medidas contra el condado.
El Conde era bastante impopular entre sus vasallos, pues siempre que visitaba el valle para vigilar las recaudaciones, daba interminables discursos que adormecían a los habitantes durante horas.

Sin embargo, en el valle también había una pequeña universidad arcana en la que aprendices de brujos estudiaban las artes mágicas. El Conde también era muy impopular entre ellos, pues la universidad cada vez tenía más problemas para afrontar los pagos al condado, con lo que la amenaza de clausurar la universidad era constante.
Tanta aversión sentían los brujos por el Conde, que estaban planeando asaltar la fortaleza, y expulsar de allí al "Bastardo Parlante", nombre por el que se conocía al Conde dentro de la universidad.
La guerra estaba a punto de comenzar.

Continuará...

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