En tu oscuridad

Siempre hundido en la oscuridad,
vivo dolor de un recuerdo amargo,
acurrucado en una esquina de soledad,
esperas salir de tan cruel letargo.
La imagen del sendero recorrido
estalla nítida en tu cabeza
entre llantos, gimoteos y gritos,
resumen de una vida de tristeza.
Sólo te queda el sabor de una lágrima,
que solitaria cruza tu mejilla,
pues con cariño observas a tan frágil amiga
convertirse poco a poco en un ánima.
Y suenan ya los tambores,
claman la apertura del infierno, 
lugar donde el dolor parece tierno,
lugar donde se carbonizan los corazones,
y lúgubre bajas y observas todo,
las paredes de fuego y gélido lodo,
atmósfera remendada con mil perdones,
demasiado concurrido para estar solo.
Sin desprecio, aceptas la solución,
asumes el frío que nace en tu interior;
ya nunca jamás volverás a olvidar,
...en la oscuridad, hundido por siempre estarás. 

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