Días como este...

Hay días en los que te sientes perdido, sin ningún tipo de meta que intentar alcanzar, ningún objetivo en la vida. Te das cuenta de que las ilusiones que te impulsaron a tomar ciertas decisiones, se han esfumado, quedando sólo una sensación de compromiso incómodo, así que te dedicas a llenar cada día con los mismos actos automáticos y notas como tu propio comportamiento está casi programado.

Ves como la gente a tu alrededor te bordea, cuidadosa de no rozarte ni tocarte, esperando no provocar ninguna clase de reacción, solamente por no tener que aguantarla posteriormente. La gente no tiene intención de entrar en tu vida.
Y es que te sientes inútil, prescindible, e incluso despreciado. Te preguntas si personalmente eres transparente, o sencillamente eres invisible para los demás, como un simple peatón más que camina por una saturada calle de una gran ciudad.
La idea de que si una buena mañana, desaparecieras, nada cambiaría, y la gente no notaría demasiado o nada, la ausencia. Nadie sentirá esa curiosidad especial por desenvolverte de tu envoltura de papel, e investigar qué clases de facetas se esconden dentro de ti.

Todos los días comienzan a tornarse grises, y esperas pacientemente que aparezca algo o alguien que te devuelva a la vida, que te haga sentir inquietudes de nuevo. Sin embargo, cuando ese alguien aparece, trastocando por completo tu vida, abres los ojos y ves que un futuro a lado de ella, es sencillamente improbable, por no decir imposible.
Así que para intentar salir de ese estado de aislamiento socio-emocional, decides sacudirte el polvo, echarte a caminar, y gritar, pero de pronto alguien te chista, y te pide que guardes silencio. No hay espacio, tiempo ni interés para ti.

Y vuelta a empezar...

Hay días en los que te sientes perdido, sin ningún tipo de meta..............

0 comentarios:

Publicar un comentario